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Sexualidad

Sexualidad

Deseo sexual hipoactivo

 Existe la situación de parejas con problemas a la hora de ajustar la frecuencia de sus relaciones sexuales. Normalmente, la mayoría de las parejas logran este ajuste sin muchas dificultades, pero en los casos más extremos las dificultades pueden llegar a hacerse insuperables para la pareja, lo que puede llevarles a buscar la ayuda de un profesional.

Existe diferencias entre aquellos casos en los que la persona siempre ha tenido esa fatal de deseo sexual y aquellos otros a los que se aplica la característica de secundarios, cuando el bajo deseo sexual ha empezado a observarse a partir de un determinado momento, después de periodos anteriores en los que la persona ha mostrado un nivel de deseo sexual más normalizado.

 

Trastorno del interés / excitación sexual femenino

 Es la disfunción sexual femenina más común.  Implica una serie de problemas sexuales experimentados por la mujer entre los que se encuentran la disminución del deseo o un abaja motivación ante el acto sexual, la reducción de la lubricación vaginal o de la excitación, la disminución de la capacidad para alcanzar el orgasmo y dolor sexual. El problema sexual ha de causar malestar o dificultades para relacionarse.

 

Trastorno de deseo sexual hipoactivo en varón

Se define como la disminución (o ausencia) de fantasías y deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente. Hay que tener en cuenta factores que, como la edad, el sexo y el contexto de la vida del individuo, afectan a la actividad sexual. El trastorno provoca malestar acusado o dificultades de relación interpersonal.

 

Disfunción eréctil o impotencia

Se entiende como disfunción erectil o impotencia el que un hombre sea incapaz de lograr o mantener su erección el tiempo suficiente para poder realizar el coito y posteriormente eyacular, en por al menos el 75% de las ocasiones (Kilmann y Auerbach, 1979).

Los problemas de excitación se cuentan entre los problemas sexuales más frecuentemente observados en el caso del hombre. Hasta un total del 50% de la población general masculina puede experimentar periodos de impotencia al menos de manera transitoria.

A la hora de buscar posibles causas que nos expliquen los problemas de erección nos encontramos característicamente con dos grandes grupos de causas y teorías: las de origen orgánico y las de origen psicológico.

Las de origen físico u orgánico puede estar relacionado con distintos trastornos arteriales o vasculares propios de la zona genital, las erecciones dolorosas y persistentes debidas a un problema de elevada presión o lesiones neurológicas especialmente de los nervios pélvicos, deformidad o desvió a lo largo del pene en el interior de los cuerpos (Priapismo), deficiencias hormonales (andrógenos), diabetes, consumo prolongado de drogas, alcohol o ciertos fármacos como los hipotensores, antidepresivos o algunos tranquilizantes.

Las causas de origen psicológico son las que explican la mayor parte de los problemas de erección, total o parcialmente, desempeñando un papel fundamental tanto en la adquisición como en el mantenimiento.

Dentro de este grupo de causas psicológicas destaca, sobre todas, la ansiedad relacionada con la actividad sexual. El hombre que se exige a sí mismo el lograr una buena erección, mantenerla y realizar un buen coito o encontrarse inseguro o tener miedo a no ser capaz de responder a las demandas de la pareja de una manera adecuada.

Es preciso considerar la importancia de la existencia de estrés o incluso la vivencia continuada de estrés en diferentes situaciones cotidianas, como el trabajo, las relaciones de pareja y familiares, al igual que la experiencia de cierto grado de cansancio acumulado. Situaciones como éstas pueden llegar a constituir en ocasiones un factor determinante en la aparición y el mantenimiento de los problemas de erección.

Otras posibles causas pueden ser respecto a las creencias, expectativas o estilos cognitivos que la persona tiene respecto a la sexualidad.


Eyaculación precoz

La precocidad es en esencia una condición en la que el hombre es incapaz de ejercer un control voluntario sobre su reflejo eyaculador con el resultado de que una vez que esta excitado sexualmente alcanza con mucha rapidez el orgasmo.

El tiempo que transcurre entre la inserción vaginal y la eyaculación es el criterio crucial del diagnóstico. El aspecto crucial de la precocidad es la ausencia de control voluntario sobre el reflejo eyaculador.

En la mayoría de las investigaciones realizadas sobre esta disfunción, se constata que son principalmente los factores de carácter psicológico los que normalmente facilitan la aparición y explican la gran mayoría de los casos de eyaculación precoz.

 

Anorgasmia

Se define como la inhibición recurrente y persistente del orgasmo, manifestada por su ausencia tras una fase de excitación normal y producida a través de una estimulación que pueda considerarse adecuada en intensidad, duración y tipo.

La persona que padece anorgasmia, puede excitarse adecuadamente durante la práctica sexual pero no consigue culminar su excitación a través de la experimentación de un orgasmo.

De este modo, la persona puede recibir una estimulación normal o adecuada en intensidad, duración y tiempo, puede experimentar el deseo y las fases de excitación correspondientes durante la práctica sexual, pero es incapaz de alcanzar el orgasmo.

La anorgasmia primaria se caracteriza por no lograr consolidar un orgasmo ni a través del coito, ni a través de la masturbación, ni por estimulación directa de la pareja.

La anorgasmia secundaria, en cambio, se caracteriza por la incapacidad de experimentar el orgasmo a través de las relaciones sexuales pero sí a través de la masturbación o la estimulación directa del clítoris.

Finalmente, se postula la existencia de la anorgasmia situacional, la cual se caracterizaría por la incapacidad de experimentar el orgasmo solamente ante circunstancias específicas o en relaciones sexuales con determinadas personas.

Las posibles causas o factores que influyen en la aparición de los problemas de orgasmo de la mujer pueden ser:

  • Orgánicos: diabetes, toma de sustancias o fármacos, enfermedades de origen neurológico, endocrino y ginecológico o bajo tono en los músculos vaginales.
  • Psicológicos: Ansiedad, miedos, traumas, falta de información sobre sexualidad, sentimientos negativos respecto al sexo o baja autoestima.

Así pues, se estima que entre un 16 y un 30% de las mujeres padecen anorgasmia, un 50% es incapaz de experimentar el orgasmo a través del coito, y las alteraciones orgásmicas constituyen un 19% de las consultas de sexología.

   

Dispareunia

El termino dispauremia alude específicamente al dolor experimentado en los genitales durante las relaciones de coito. El tipo de dolor experimentado puede incluir un amplio grupo de sensaciones que van desde el escozor, el dolor cortante, ardor o quemazón, picor, o la simple molestia o desagrado. Estas sensaciones pueden variar de mujer a mujer en cuanto a la intensidad y duración de la misma.

En algunos casos la sensación de dolor aparece únicamente en el momento de iniciarse la penetración, mientras que en otros casos esta sensación negativa se mantiene durante todo el tiempo que dura la penetración, o incluso persiste después de la misma.

El coito doloroso puede asociarse a un problema de lubricación vaginal o de vaginismo.

La dispareunia es una de las disfunciones sexuales en las que los factores orgánicos parecen desempeñar un papel más importante como agente causal de las mismas.




Posibles Causas orgánicas de Dolor Sexual (Dispareunia)

  • Vulvodinia/Vestibulodinia (Vestibulitis Vulvar o Vestibulitis)
  • Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI)
  • Tumores Pélvicos o Genitales
  • Quistes de Ovario
  • Uretritis
  • Infección de las Vías Urinarias
  • Cistitis Intersticial
  • Atrofia Vaginal (vaginitis atrófica)
  • Resequedad Vaginal
  • Insuficiente lubricación vaginal
  • Traumatismo Durante el Parto (posparto)
  • Cáncer Vulvar
  • Radioterapia
  • Infecciones Vaginales/Irritantes – Por levaduras o bacterias, algunas ETS, etc.
  • Padecimientos de la Piel – Liquen Escleroso, Liquen Plano, Eczema, Psoriasis
  • Efectos secundarios a ciertos medicamentos
  • Lesión del área pélvica/genital
  • Síntomas relacionados a la edad asociados con la menopausia y/o envejecimiento
  • Reacciones alérgicas a prendas de vestir, condones, espumas anticonceptivas y/o espermicidas
  • Exploración pélvica dolorosa
  • Trauma debido a ataque sexual
  • Mutilación Genital Femenina
  • Quiste de Bartholin
  • Endometriosis



Posibles Causas psicológicas de Dolor Sexual

  • Aprendizaje de la relación sexual
  • Factores traumáticos
  • Factores relacionales con la pareja o situación personal.

Eyaculación retardada

Los hombres que sufren esta disfunción sexual se caracterizan por tener grandes dificultades para llegar a eyacular, aunque reciban una estimulación sexual apropiada. Aparentemente, no tiene dificultad para conseguir la erección, e incluso llegan a alcanzar unos altos niveles de excitación sexual, pero no los necesarios como para lograr eyacular.

Se puede dividir en dos categorías clínicas.

  • Eyaculación retardada primaria: Su dificultad se encuentra en el primer intento de realizar el acto sexual. La gran mayoría de estos pacientes nunca han conseguido el orgasmo en el coito pero si extravaginales. También incluiría los pacientes que nunca han experimentado un orgasmo.
  • Eyaculación retardada secundaria: Durante un cierto periodo de tiempo se ha obtenido de un buen funcionamiento en la eyaculación antes de que surgiera su problema.

Entre las causas psicológicas están los problemas con la pareja, ansiedad , estrés, fatiga, etc.

Los factores físicos son trauma en los nervios pélvicos, uso de medicamentos, abuso de alcohol y drogas, infecciones urinarias o de la próstata, diabetes, etc.


Vaginismo

Por vaginismo se entiende una disfunción sexual consistente en el espasmo o contracción involuntaria de los músculos que rodean el tercio externo de la vagina, especialmente del esfínter vaginal, que son los principales músculos encargados de controlar la abertura vaginal, de modo que si se produce la contracción de estos músculos se puede impedir la penetración, independientemente del grado de excitación que pueda haber alcanzado la mujer.

Se produce vaginismo cuando una mujer ha aprendido a asociar el dolor o el miedo a la penetración. En algunos casos el vaginismo es el resultado de episodios de dolor durante el coito, lo que puede ser producido por factores orgánicos. En estos casos puede considerarse que el vaginismo puede estar causado indirectamente por los mismos factores físicos que producen la dispareunia.

La mayoría de las explicaciones a las causas que producen vaginismo están enfocadas a aspectos psicológicos, en el proceso de aprendizaje de la conducta sexual y el condicionamiento de la ansiedad mostrada de la mujer ante la penetración.

Entre las posibles causas de carácter físico podría barajarse la endometriosis, himen inflexible o inflamación pélvica.

 

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